El juego de pelota Maya, forma parte de uno de los rituales sagrados más importantes dentro de esta popular cultura, que cautiva a más de uno por sus maravillosas costumbres, creencias y aportes a la vida del hombre actual. Dentro de las diferentes narraciones que se hacen en el libro de  consejo o comunidad llamado Popol Vuh, se cuenta que los gemelos divinos dan paso a la creación a través de un juego de pelota.

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Se cree que este juego de pelota simboliza la dualidad, es decir el

día y la noche, la oscuridad y la luz, la vida y la muerte, ya que en

una de las representaciones más famosas de la cultura Maya, se

muestra a los Señores de Toniná imitando a los gemelos divinos en el

momento de la creación, venciendo a los Ajawab del Xibalbá hombres del inframundo en la historia real.

Uno de los datos más importantes y curiosos de este misterioso juego de pelota Maya es la estructura de su cancha de juego, ya que su forma es muy parecida a la de la letra “I” representando a los cuatro puntos cardinales.

Además, se sabe que en las esquinas de esta imponente cancha solían colocarse ofrendas para los Dioses, por lo que se cree que el juego era una manera de agradecer a los creadores, por la claridad regalada al mundo que se encontraba en completa oscuridad, dando paso a la creación.

Y como en los juegos de pelota, de cualquier deporte en la actualidad, existía un marcador que llevaba el control de las anotaciones por equipo. De hecho, uno de estos marcadores fue encontrado en el estado de Chiapas y actualmente es exhibido en el Museo Nacional de Antropología de México.

Según el Popol Vuh o libro de comunidad, los atuendos o uniformes de los jugadores estaban conformados por un escudo redondo que paraba a la pelota, una pala que colocaban sobre uno de sus brazos para hacer rebotar la pelota contra el suelo, una corona que portaba cada uno y por ultimo una pieza que protegía la frente y la nariz. También se sabe que este juego no era exclusivo de una sola región, por lo que dependiendo de ella habría una variación del uniforme de los jugadores.

Aunque se ha llegado a creer que era solo jugado con las caderas, el juego como tal, consistía en atravesar con la pelota (representando al sol) un aro (representando a la luna) puesto en las paredes de la cancha, en ese momento ya se sabía quién era el ganador del encuentro. Pero más allá de un simple marcador, se sabe que esta práctica tenía su significado mitológico y astronómico.

El juego de pelota Maya guarda muchas similitudes con deportes actuales, con la gran diferencia de que podía incluirse el sacrificio humano. Además de ello, aun en la actualidad hay dudas, sobre el destino de los ganadores y perdedores del juego, ya que los expertos tienen posiciones encontradas al respecto, pero sin duda, esto solo aumenta un poco más nuestra fascinación por descubrir un nuevo misterio de la cultura maya.